La articulación temporomandibular (ATM) actúa como una bisagra deslizante entre la mandíbula y el cráneo. Debido a que estas articulaciones son flexibles, la mandíbula puede moverse suavemente de arriba a abajo y de lado a lado, permitiéndonos hablar, masticar y bostezar. Los músculos se acoplan a las articulaciones mandibulares y las rodean, controlando su posición y movimiento.
Los trastornos temporomandibulares, comúnmente llamados trastornos de la ATM, son unas alteraciones que causan dolor y disfunción en las articulaciones y los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. Este problema, parece ser más común en mujeres que en hombres y es con frecuencia objeto de consulta al cirujano maxilofacial.
Este tipo de alteraciones se dividen en tres categorías:
▪El dolor Miofascial, que produce dolor en los músculos que controlan la mandíbula.
▪Una asimetría interna causada por un disco desplazado, la mandíbula dislocada o lesiones del cóndilo.
▪Alteraciones degenerativas e inflamatorias de las articulaciones temporomandibulares.
¿Cuáles son los síntomas?
Dolor en la cara, mandíbula o cuello.
Dolor en, alrededor o delante de la oreja.
Dolor ambos lados de la cabeza.
Dolor en un lado de la cabeza, que se activa por apretar los dientes.
Dolor en los músculos y/o articulación de la mandíbula.
Movimiento limitado o bloqueo de la mandíbula.
Rigidez en los músculos de la mandíbula.
Dificultad o molestias para masticar.
Un cambio en la forma en la que los dientes encajan entre sí.
Espasmos musculares alrededor de la mandíbula.
¿Qué causa las alteraciones de la ATM?
▪Lesión en la mandíbula o en la articulación temporomandibular.
▪Una mala oclusión.
▪El tratamiento de ortodoncia.
▪Desgaste del disco o el cartílago de la articulación.
▪El estrés o la ansiedad. Tendencia a apretar o rechinar los dientes (bruxismo).
▪Artritis reumatoide o gota, enfermedades que causan la inflamación de la mandíbula.
Tratamientos
Tratamientos conservadores:
Muchas veces estas alteraciones son transitorias y no empeoran. Estos casos sólo precisan un tratamiento sencillo para aliviar el malestar. se comienza con terapias menos invasivas como férulas de estabilización hechas a medida y fisioterapia.
Tratamientos quirúrgicos:
Si con estas terapias no se controlan los síntomas, la primera opción terapéutica consiste en una cirugía maxilofacial mínimamente invasiva.
Artrocentesis: mediante dos agujas intra-articulares se realiza un lavado articular para eliminar todas las partículas microscópicas y se inyecta una solución para a ayudar a lubricar la articulación.
Artroscopia: mediante un abordaje delante de la oreja se puede introducir una cámara intra-articular (artroscopio) para permitir al cirujano examinar la articulación y así retirar el tejido inflamatorio y manipular las estructuras.
Si el problema temporomandibular produce gran incapacidad funcional y no existe respuesta a las medidas conservadoras, hay que sustituir la articulación dañada por una prótesis.
Remplazo de articulaciones: las partes enfermas de la mandíbula se sustituyen por un sustituto artificial: prótesis de articulación temporomandibular.
Cirugía abierta: En caso de tumores en la articulación u otras patologías específicas puede ser preciso realizar un abordaje abierto completo de la articulación para que el cirujano pueda tener acceso total a ella.
fuente: institutomaxilofacial