Muchas veces creemos tener unas encías sanas por la ausencia de dolor, pero ¿cómo reconocer si mi encía está sana?
Existen algunos factores que nos pueden ayudar a saber si nuestra encía es saludable o requiere una visita a nuestro odontólogo de confianza para ponerle remedio antes de que sea tarde.
Color: El aspecto tiene que ser de un color rosado, aunque según la pigmentación de la piel de cada individuo puede variar. La tonalidad rosada es una señal de una correcta irrigación sanguínea.
Grosor: generalmente la encía es delgada, fina, uniforme, como una delicada capa protectora que cubre las raíces. Es importante valorar que no existan inflamaciones.
No sangra: La encía no debe sangrar, ni de una forma espontánea ni bajo ningún estímulo normal, como, por ejemplo, lavarse los dientes o comer.
Punteado superficial: El aspecto de la superficie de la encía es parecido al de una cáscara de naranja.
Cubre por completo la raíz del diente: Normalmente no debemos poder ver las raíces de los dientes ya que éstas deben estar recubiertas por las encías.