Los avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer han incrementando la supervivencia en la mayoría de los cánceres; sin embargo, muchos pacientes sufren los efectos secundarios de los tratamiento, a veces muy agresivos, en su organismo. Y la boca no es una excepción. El tratamiento del cáncer, explica Gloria Calsina Gomi, de la Universidad del Sur de California. (EE.UU.), se basa en la administración de quimioterapia, radioterapia y cirugía dependiendo del tipo de tumor y conlleva la aparición de efectos secundarios locales y sistémicos. La cavidad bucal es mas susceptible a los efectos tóxicos tanto de la quimioterapia como de la radioterapia por que impiden que las células de la boca se renueven haciéndose la mucosa muy delgada y fácilmente ulcerable. De hecho, apunta, las complicaciones bucales graves pueden llevar a interrumpir el tratamiento oncológico y comprometer la vida del paciente. Por eso, subraya, «el oncólogo debe advertir al dentista del estado médico del paciente y del plan para el tratamiento oncológico», asegura la doctora Calsina.
Para esta experta, el dentista debe participar en el equipo oncológico interdisciplinar llevando a cabo un conjunto de medidas para prevenir y tratar las posibles complicaciones bucales. «Lo primero que se debe hacer es una exploración clínica y radiográfica exhaustiva de la cavidad oral para tener un diagnóstico y pronóstico dental y periodontal de cada pieza. Debe tratarse cualquier patología que se descubra. El dentista debe comunicar un plan de tratamiento para manejar la enfermedad oral antes del tratamiento oncológico, y durante y después del mismo Y por ello, «el paciente debe acudir al dentista antes de iniciar el tratamiento oncológico y vigilar la aparición de signos y síntomas bucales durante el mismo, para comunicarlos a su médico».
Principales complicaciones
Los efectos secundarios son inevitables, pero si se instauran protocolos de higiene bucal, se eliminan infecciones bucales y factores dañinos para la mucosa bucal, se reduce la frecuencia y gravedad de las lesiones bucales, subraya la experta.
Entre las complicaciones más frecuentes de la quimioterapia, la doctora Calsina señala las siguientes:
Mucositis oral ulcerativa: eritema de mucosa bucal, lengua y labios que progresa a ulceraciones cubiertas por pseudomembranas. Se puede manifestar como una sensación de quemazón que puede llegar a ser muy dolorosa. La mucositis aumenta el riesgo de infección bucal y del resto del organismo, pudiendo afectar la calidad de vida del paciente.
Infecciones. La presencia de microorganismos en la boca es un factor de riesgo para la aparición de infecciones (bacteriana, víricas o fúngicas-candidiasis). La cavidad oral puede ser el posible origen de una sepsis. Si descontaminamos la boca + buena higiene oral, disminuye mucositis, disminuye bacteriemia, disminuye infección por patógenos oportunistas y disminuye riesgo de sepsis sistémica.
Alteración/pérdida sentido gusto debido al daño de los receptores del gusto
Sequedad bucal: daño transitorio y reversible de las glándulas salivares (se recupera a las 2-8 semanas). Tras radioterapia, la sequedad es permanente. La sequedad bucal altera el mecanismo de limpieza de la boca y aumenta el riesgo de caries y de enfermedad periodontal.
Radioterapia
La radioterapia por su parte puede dañar directa y permanentemente tejido de la boca, glándulas salivares y hueso y provocar mucositis, caries múltiples y periodontitis, disminución secreción salival y xerostomía -los efectos mas graves a largo plazo-, osteoradionecrosis -deterioro hueso en zona irradiación, sobre todo mandíbula-, o trismo: -dificultad en abrir la boca que conlleva una reducción de la nutrición debido a la disfunción al masticar, dificultad para hablar y compromiso de la higiene oral-.
Con el fin de prevenir o paliar en parte estos eventos adeversos los expertos recomiendan acudir al dentista por lo menos 1 mes antes del inicio del tratamiento. «Es esencial para minimizar la aparición de complicaciones bucales y sistémicas», apunta Calsina. Y una vez que se ha iniciado el tramiento, los expertos recomiendan posponer el tratamiento dental hasta su finaliziación.
Además, en el tiempo que se prolongue la terapia es conveniente seguir una serie de recomendaciones:
Control del Dolor:
Enjuagues bucales suaves con solución de œ cucharadita bicarbonato de soda y œ de sal ( en taza de agua tibia) cada 4-5 horas.
Se le puede añadir anestésicos tópicos como la lidocaína viscosa al 2% o administrarse analgésicos sistémicos (opiáceos).
Control de la infección:
Colutorios de clorhexidina 0.12% en solución acuosa sin alcohol, 1 vez al día . Aplicación tópica de povidona yodada y enjuagues con nistatina cada 8 horas.
Instrucciones de higiene oral
•Utilizar cepillo dental suave 2-3 veces al día. Enjuagar el cepillo en agua caliente cada 15-30 segundos para suavizar el cepillo y reducir riesgo de trauma. Dejarlo secar al aire y cambiarlo con frecuencia.
•Limpieza cuidadosa diaria con hilo dental o cepillos interdentales
Tratamiento boca seca
Labios y boqueras: no utilizar vaselina (produce sequedad). Utilizar 2% crema de ketoconazol o 1% clotrimazol
Crioterapia. Chupar cubitos de hielo picado en la boca durante 30 minutos, comenzando 5 minutos antes administración quimioterapia
Dieta con baja carga bacteriana que consiste en no tomar alimentos crudos (ensalada, frutas, verdura), ni frescos (queso, yogur) y beber agua embotellada.
Evitar todo lo que pueda irritar o infectar la cavidad oral: alcohol, tabaco, cepillo duro, alimentos muy calientes, picantes, ácidos, duros, azucares
Reducir a un mínimo (para comer) el uso de prótesis dentales y limpiarlas con soluciones antimicrobianas
Una vez acabada la quimioterapia/radioterapia Calsina aconseja mantener la salud en dientes y encías y tratar los efectos secundarios del cáncer a largo plazo y esperar al menos 2 años antes de colocar implantes si ha recibido radioterapia. Tampoco, dice, «se recomienda realizar ninguna intervención odontológica agresiva (exodoncias) hasta pasados 6 meses de finalizar la quimioterapia o 1 año de la radioterapia para evitar el riesgo de osteorradionecrosis».
fuente: abc