mal aliento

¿De donde proviene el mal aliento?

El doctor Mel Rosenberg, profesor de microbiología de la Universidad de Tel Aviv, ha dedicado las últimas dos décadas a investigar el diagnóstico y tratamiento del mal aliento, por eso se le conoce como “el gurú de la halitosis”. El científico ha descubierto que en nuestra boca viven al menos 600 especies distintas de bacterias y, para ellas, vivir en la boca es como habitar una selva tropical.

Pero no son las bacterias las que huelen mal. Lo que hacen estos microorganismos es descomponer las proteínas que ingerimos en nuestra dieta para producir moléculas que liberan gases que contienen azufre, que son los que despiden el mal olor. Entre más bacterias en nuestra boca, más moléculas de azufre y peor la halitosis.

En ocasiones el mal aliento también puede ser causado por algunas enfermedades, como insuficiencia renal o hepática. Pero si la persona está sana es probable que algo muy simple, como mejorar la higiene bucal, ayude a superar este trastorno.

Según el profesor Rosenberg, las bacterias bucales son más prolíficas en la parte posterior de la lengua, por eso es importante, como parte de la higiene bucal, rasparse la lengua todos los días.

Pero la halitosis también puede surgir por problemas dentales, como caries o enfermedad de las encías, los pasajes nasales, la garganta y amígdalas y muchos otros trastornos.

¿Cómo evitarlo?

“El cepillado de dientes correcto y regular puede ayudar a mantener su aliento fresco”, afirma el doctor Nigel Carter, presidente ejecutivo de la Fundación Británica de Salud Dental. “Es importante asegurar que retiremos la placa de los márgenes de las encías y entre los dientes utilizando cepillos interdentales o seda dental todos los días. Y podemos usar un raspador de lengua o cepillo para retirar la bacteria de la parte posterior de la lengua”, agrega.

También el tabaquismo y la dieta influyen en el mal aliento. El tabaco es una de las causas más comunes de mal aliento. Y algunos alimentos, como los que contienen ajo o especias muy fuertes, como el comino, o demasiadas hierbas, pueden causar mal aliento.

Los expertos recomiendan beber agua regularmente para humedecer la boca o incrementar el flujo de saliva con goma de mascar, porque la saliva ayuda a neutralizar los ácidos que produce la bacteria y evita el desarrollo de caries.

La mala higiene oral puede conducir a la gingivitis, que a su vez puede progresar a enfermedad de las encías. También puede ocurrir una subsecuente recesión de la encía y el hueso y eventualmente la caída de dientes.  A menudo es la bacteria en las encías la que provoca mal aliento persistente.

Tener en cuenta la salud emocional

Lo que es un hecho, como dice el profesor Rosenberg, es que todos somos extremadamente sensibles al mal aliento, principalmente el de los demás. Por eso el mal olor bucal puede convertirse en un problema serio y llevar al aislamiento social, a graves problemas emocionales y hasta al divorcio.

Los expertos recomiendan que si usted duda de su olor bucal le pregunte a un amigo, a un pariente o incluso a su dentista en su próximo chequeo dental: ¿crees realmente que tengo mal aliento?