Los implantes dentales son aditamentos, como raíces artificiales, creados para sustituir dientes ausentes o perdidos por cualquier causa, capaces de integrarse hasta el punto de convivir de forma sana y totalmente natural con el resto de los tejidos de la boca.
Pese a saber la importancia de recolocar piezas perdidas, una de las dudas que le puede surgir al paciente sería: ¿Son todos los implantes dentales iguales?
Desde que el profesor Branemark (Gotemburgo, Suecia, 1929) descubriera que usando titanio para fijar las piezas a la mandíbula éstas se mantenían, y que el metal se fusionaba con el hueso (un proceso denominado osteointegración), muchos han sido los cambios hasta conseguir los implantes dentales que utilizamos hoy en día.
Para desarrollar estas novedades en los implantes dentales, las empresas han realizado numerosos trabajos, estudios e investigaciones en colaboración con los dentistas. Estos estudios a largo plazo son los que diferencian a unos implantes de otros y los que dan al profesional y, en definitiva, al paciente, las garantías de que la marca o el tipo de implante que se utiliza es o no fiable.
Aunque todos los implantes comercializados cumplen unos requisitos mínimos para su correcto funcionamiento, avalado por la marca CE, el resultado final a medio y largo plazo del tratamiento con implantes dentales depende de muchos factores. Por un lado tenemos en cuenta los implantes mismos, pero también, desempeña un papel trascendental el clínico que los coloca y el experto que realiza la prótesis, así como el propio paciente y su salud periodontal.
Fuente: institutomaxilofacial